La Sociedad geográfica Española publica «Lenguas, trujamanes y traductores»…

SGE JUN 2013 lenguas...Soy miembro de la SGE y entusiasta de todo lo que hace y de las actividades que nos propone. En el último número de su boletín me han publicado un artículo sobre los intérpretes en las expediciones y estoy pletórica, cuando esta mañana he recibido la revista y he visto mi texto he sentido una emoción muy especial.
Es increíble el papel tan importante que han tenido nuestros predecesores en tantos descubrimientos a lo largo de la historia y lo poco que se habla de ellos. Investigar sobre el tema y escribir me ha llevado a apreciar aún más esta actividad, he de reconocer que el asunto «engancha» y creo que voy a seguir buceando entre los documentos para descubrir a otros personajes apasionantes que fueron intérpretes, para mí será una forma de rendirles homenaje y sobre todo de dar a conocer un poco más una profesión tan desconocida como la nuestra.
Son 7 páginas, si te animas a leerlas estoy segura de que te va a pasar lo mismo que a mí. ¡Buen viaje!

LENGUAS, TRUJAMANES Y TRADUCTORES

 

Siete redes sociales para que universitarios y recién graduados busquen empleo

Orientadores Palencia

Algunas redes sociales se han creado para ayudar a los jóvenes a contactar con empresas y mejorar las posibilidades de encontrar un puesto de trabajo

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Mi primera promoción de Grado en Traducción e Interpretación de la UAM

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La felicidad del esfuerzo recompensado ¡Enhorabuena!

El pasado viernes 31 de mayo se celebró en la Universidad Autónoma de Madrid la graduación de la primera promoción de alumnos de . Tuve la suerte de que mis alumnos me invitaran a dar un discurso durante la ceremonia, algo que hice con entusiasmo y de todo corazón.

Fue un evento muy bonito, formal, como deben ser estos actos pero al mismo tiempo lleno de frescura porque lo organizaban los estudiantes. Se respiraba un ambiente de alegría, de emoción, de fiesta, de nerviosismo y sobre todo de mucha ilusión.

Ver graduarse a esas chicas y chicos a los que has dado clase durante dos años y con los que has compartido tantas cosas provoca un sentimiento muy especial, probablemente porque. las clases de interpretación son muy distintas de otras. El número de alumnos es menor. La disciplina requiere la interacción continua entre docente y estudiante, llamar a cada cual por su nombre, tener cercanía, la corrección individual, la atención personalizada y el tratar de saber cuáles son los puntos flacos de cada persona para ayudarle a superarlos.

Tanto la simultánea como la consecutiva, conllevan una componente emocional muy importante y eso ha de tenerlo en cuenta el profesor, para evitar que los alumnos se frustren o decidan tirar la toalla cuando no están “inspirados”.

Todas estas circunstancias día a día tejen un lazo fuerte entre maestro y aprendices y precisamente el día que se gradúan te das cuenta de que te invade un cierto sentimiento de tristeza porque no vas a volver a verles. También naturalmente es un momento de satisfacción y te alegras de vayan alcanzando sus metas y del granito de arena con el que has contribuido.

Desde aquí les deseo lo mejor. Que se consoliden en su vocación de intérpretes, que disfruten de este oficio maravilloso, que nunca pierdan la curiosidad, que sean excelentes compañeros y tengan amigos de profesión, que aunque pasen muchos años sigan yendo a trabajar con el entusiasmo que suscita todo lo que nos apasiona pero por encima de todo les deseo que sean muy felices.

Cualquiera puede ser intérprete en televisión

Hacía muchísimo tiempo, casi diría desde mi infancia, que no veía el Festival de Eurovisión, hasta que el pasado sábado, 18 de mayo, sentí la curiosidad de volver a hacerlo. La retransmisión para España la hacía Jose María Iñigo, como cuando yo era pequeña.

El festival se celebraba en Malmö, Suecia, y la presentadora, Petra Mede, hablaba en inglés. Inmediatamente me llamó la atención –deformación profesional, supongo– que según presentaba la gala, Iñigo traducía inmediatamente y de forma completa al español, como Mede leía, supuse que a nuestro presentador le habían facilitado el texto en español y que él a su vez leía, ya que no me consta que Jose María Iñigo sea intérprete simultáneo.

Hasta ese momento todo bien, sin problemas de comprensión para los numerosos telespectadores españoles que no hablan inglés, lo chocante se produjo cuando empezaron a darse situaciones fuera de este esquema. Me explico mejor: cuando intervenía algún invitado  o hablaba alguno de los concursantes y evidentemente no había texto escrito. Ese fue el pistoletazo de salida para varias posibilidades a cual más curiosa: el periodista se limitaba a hacer un escueto resumen, decía solo una parte de lo que oía o se quedaba totalmente en silencio, dejando a quienes no entienden inglés con la curiosidad y la incómoda sensación que inevitablemente provoca el ¿qué estarán diciendo, me estaré perdiendo algo fundamental o divertido?

Durante las votaciones los representantes de los países concursantes comunican a quién conceden sus votos y salvo escasísimas excepciones todos se expresaron en inglés (Por cierto que España no hizo honor a nuestro idioma, el segundo en importancia del planeta, en eso todavía tenemos mucho que aprender de Francia que sí habló en francés al igual que Bélgica. Nuestro país debería luchar porque nuestro idioma también sea lengua oficial del festival).

En este punto Íñigo dio rienda suelta a la “creatividad”: traducir frases largas y complejas limitándose al lacónico e invariable “elogios a la presentadora”, aunque los distintos oradores hubieran hecho comentarios muy diferentes, observaciones chistosas o personales –¡ya quisiéramos los intérpretes poder zanjar las situaciones de esa manera tan fácil!–.

El momento culminante fue cuando la representante de Alemania se equivocó y dio los votos a Dinamarca aunque en realidad eran para Noruega. Al darse cuenta de su error rectificó y pidió perdón varias veces consternadísima. El intérprete, perdón, el presentador, estaba distraído y llevaba un considerable desfase respecto a la interpretada (¿sería quizás porque no es intérprete?), de manera que no solo no tradujo lo que estaba diciendo la desesperada alemana, sino que durante unos segundos estuvo totalmente perdido y preguntaba a quienes le oíamos ¿qué le pasa, qué ha sucedido, por qué pide perdón? Graciosa coyuntura propia de una comedia: el cazador cazado. Me hubiera gustado poder llamarle en ese momento y aclararle la situación.

Quiero puntualizar que el propósito de este escrito no es criticar a José María Iñigo, de quien pienso que es un gran profesional de los medios de comunicación y doy por hecho que conoce bien el inglés. Lo que quiero poner de relieve es cómo se ningunea, una vez más, la labor de los intérpretes, al prescindir de ellos en una ocasión en la que como quedó de manifiesto, es absolutamente necesaria.

Me sorprende que este veterano del festival se prestara a hacer ese remedo de traducción empañando así su trabajo de presentador, que por otra parte hizo muy bien. Supongo que detrás de ello estará el director del programa y el famoso “ahorro en tiempos de crisis”. Curiosamente el ahorro siempre se hace con cargo a la misma partida, jamás se piensa en economizar sobre los exorbitantes “cachés” de algunas estrellas de la televisión o sobre otros gastos perfectamente eludibles y superfluos.

El problema de fondo es que sigue habiendo quien piensa que para la interpretación simultánea no hace falta una formación específica, que desconoce que existen unos estudios universitarios al respecto, que cree que basta con conocer ambos idiomas; en resumidas cuentas, que cualquiera un poco espabilado puede hacerlo y más si es famoso.

Hace solo unos meses se produjo una situación análoga en Italia: Barbara D’urso, famosa actriz y presentadora italiana, tuvo una actuación bochornosa al hacer de intérprete sin serlo y con conocimientos muy básicos de francés. Se trataba de una entrevista a Camille Lacourt, nadador del país galo. Los alumnos de interpretación de la universidad de Forlí se lo reprocharon en un artículo muy bien escrito y ella tuvo la desfachatez de contestarles que si no habían contratado a un intérprete era por su alto coste y que si a ellos les parecía tan mal podrían ir la próxima vez a televisión ¡sin cobrar! ¿Lo diría porque las rutilantes estrellas de la pequeña pantalla como ella trabajan gratis?

Dos de mis alumnas me han recordado que hace años Elisabetta Canalis, presentadora italiana, tuvo otro “momento de gloria” en el Festival de San Remo al suplantar a un intérprete en su conversación con Robert de Niro.

¿Es esta una tendencia al alza? ¿Ya no se reconoce el talento, el trabajo, la formación y la profesionalidad de los intérpretes de verdad? ¿Los esfuerzos que hacen nuestros alumnos de las facultades de interpretación y los años que dedican son en vano ya que cualquier advenedizo puede lanzarse y nada menos que en televisión? ¿Vamos a consentir los intérpretes que se degrade  una maravillosa pero dificilísima y cualificada profesión como la nuestra?

Como intérprete y apasionada de este oficio que soy espero sinceramente que no.

Diana Soliverdi, intérprete de conferencia y miembro de AICE

La Central de Callao

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Con Alessandro Baricco y Mario Vargas Llosa en La Central de Callao

Siempre digo que mi trabajo me fascina y que siento una debilidad especial por la consecutiva pero además hay ocasiones en las que me parece que me hubiera tocado la lotería. Ese fue el caso del pasado 6 de septiembre. Se celebraba la inauguración de la librería La Central. En las actuales circunstancias, cualquier acto que suponga fomento, apoyo o difusión de la cultura es como el florecimiento de un jardín en medio de un desierto. Este jardín en concreto se me antoja como un parque enorme, poblado con una multitud de especies botánicas y de árboles que atraerán la lluvia y favorecerán la reforestación de este hábitat tan árido y tan necesitado de verde. La librería es magnífica y os recomiendo que vayáis a visitarla. La mesa de ponentes a la que me senté para llevar a cabo mi trabajo estaba compuesta de la siguiente manera: Herralde, legendario editor español, Mario Vargas Llosa, premio Nobel de literatura, Inge Feltrinelli presidenta de la editorial del mismo nombre y viuda de su fundador y Alessandro Baricco, celebérrimo autor italiano. ¿Bingo, no? Confieso que estaba nerviosa ante tal plantel de oradores y al mismo tiempo entusiasmada de oírles hablar y poder compartir mesa con ellos. Fue un placer volver a coincidir con Alessandro Baricco. Hace unos años tuve la suerte de participar como intérprete en un seminario de 5 días que él impartió en los cursos de verano de la Universidad Menéndez Pelayo. En esa ocasión trabajamos en simultánea. Fueron unas clases apasionantes y todo un descubrimiento el poder conocer a Baricco en persona y comprobar lo accesible y encantador que es y cómo colabora con los intérpretes. Precisamente por eso, se calmó mi inquietud y disfruté muchísimo interpretando al gran autor italiano, que como siempre tuvo un discurso interesantísimo y lanzó con sus palabras una oleada de optimismo ante los nubarrones que se ciernen sobre la cultura en general y el mundo de la literatura en particular. Cuando se está junto a un orador así resulta fácil dejarse contagiar por su entusiasmo, cabalgar la ola de sus palabras y celebrar la dicha de dedicarse a esta profesión.

LA BELLA Y LA BESTIA

He aquí un título muy conocido por todos evocador de una dualidad con sus dos polos, el positivo y el negativo, que irremediablemente me lleva a pensar en la interpretación consecutiva. Aprendí esta técnica hace veinte años –¡Dios mío el tiempo vuela!– y desde el primer momento me sentí cautivada por ella.
Empecemos por su faceta de la bella:la interpretación consecutiva es absolutamente rigurosa y bien aplicada da la posibilidad al intérprete de ser certero, preciso, exhaustivo, y no dejarse en el tintero ni un detalle de lo que está diciendo el orador. Junto a tanta exactitud también da alas a la creatividad y se adapta a la forma mentis de cada uno: hay quien es un genio con las abreviaturas, quien prefiere tomar dos notas breves pero definitivas para recordar, quien plasma las ideas mediante dibujos, quien maneja los símbolos con maestría, quien da la vuelta a las frases y empezando por lo último que dijo el orador consigue un párrafo (oral, claro) redondo y brillante en el idioma de llegada. Además tiene la ventaja añadida de que el público ve el trabajo en directo, aprecia la dificultad de la tarea, y el intérprete no cuenta solo con su voz –¡ah la crueldad de la interpretación simultánea!– para transmitir el mensaje, obviamente sin caer en histrionismo se apoya en su mirada, en ese contacto sin intermediarios con los receptores, en un lenguaje gestual que bien medido y adecuado a la situación refuerza lo que dicen sus palabras y facilita la comunicación. Estar al lado del orador hace que se identifique más con su discurso, que pueda comunicarse con él si le hace falta, que trabajen juntos en un equipo perfectamente coordinado. Sigue leyendo

¡Hola a todos!

Hoy empiezo a escribir este blog. La verdad es que me daba pereza, que a pesar de lo me gusta escribir me cuesta sentarme y empezar a “luchar” con la palabra, o a disfrutar con ella, según el momento. Pero tengo la suerte de dedicarme a una profesión que me fascina: la interpretación de conferencias, y que a pesar de los años que llevo en ella me sigue sorprendiendo, enamorando y enganchando. Eso me lleva a querer transmitir el bagaje que he ido acumulando a lo largo de este tiempo y que sigo construyendo continuamente. Este oficio es un gran desconocido y sin embargo es como el cofre del tesoro: está lleno de riquezas.

Creo que ha llegado el momento de que los intérpretes nos comuniquemos entre nosotros, que contemos cómo es nuestro día a día, que compartamos cosas divertidas, que hay muchas, y que comentemos la experiencia que nos ha parecido interesante o lo que hemos aprendido en nuestro último trabajo.

Me gusta pensar que lo que escribo se convierte en un rollo de papel que dentro de una botella surca los mares y llega a manos de soñadores desconocidos que viven en otras playas y en otras latitudes, pero sienten las mismas inquietudes que yo y a veces se ven tentados a hacerme llegar su botella para que llena de curiosidad la rompa y lea todo lo que tienen que contar y así creemos una comunidad de ideas sobre la interpretación